martes, 26 de abril de 2016

La extinción en México; animales en peligro


Resumen
La extinción de la fauna mexicana es un problema social innegable, aunque  puede pasar desapercibido puesto que la mira de la sociedad no se ha centrado en este, que ya es, un problema ambiental.
Es necesario reconocer que somos los seres humanos los causantes de este desastre ambiental y por ende somos los seres humanos los que tenemos que comenzar a buscar las soluciones antes de que sea demasiado tarde.
La conservación de las especies debe ser una actividad que ocupe y preocupe a todos y debe ser ahora, cuando aún hay tiempo.
Palabras clave: Extinción, México
Abstract
Mexican extinction of wildlife is an undeniable social problem , although it may go unnoticed because the look of society has not focused on this , which is already an environmental problem.
We must recognize that humans are the cause of this environmental disaster and therefore we are human beings who have to start looking for solutions before it is too late .
The conservation of the species should be an activity that occupies and preoccupies all and must be now when there is still time .
Keywords : Extinction , Mexico.









La extinción en México; animales en peligro
Cuando se hace referencia al peligro de extinción se habla de aquellas especies cuyas áreas de distribución o tamaño de sus poblaciones en el territorio nacional han disminuido drásticamente poniendo en riesgo su viabilidad biológica en todo su hábitat natural, debido entre otros a factores como la destrucción o modificación drástica del hábitat, aprovechamiento no sustentable, enfermedades o depredación.
Se considera que una especie está extinta cuando desaparece de la Tierra, la extinción de las especies es un proceso natural y fundamental de la evolución, la selección natural puede desaparecer una especie y sustituirla por otra, sin embargo cuando la extinción aparece como resultado de las actividades humanas el planeta no está preparado para sustituir tal especie y se altera el equilibrio ecológico.
La extinción de la fauna mexicana es un problema innegable, aunque  puede pasar desapercibido puesto que la mira de la sociedad no se ha centrado en este, que ya es, un problema ambiental.
Orgullosamente México se cuenta entre uno de los cinco países megadiversos  lo que significa que la superficie nacional es privilegiada en lo referente a tipos de ecosistemas, así como al número y la variación genética de las especies, es decir,  nuestro país se precia de una diversidad biológica abundante.
Se estima que nuestro país es el hogar de más de 200, 000 especies de flora y fauna. En México se encuentra el 10% de las especies existentes en el planeta, de las cuales alrededor de 50% son especies endémicas, y su existencia se limita a una determinada zona. Lo demuestran las 1,681 especies de mamíferos, las 1,054 especies de aves y las 704 especies de reptiles, 51% de ellas endémicas, cabe destacar con excepción de Australia no hay otra región en el mundo que cuente con tantas.
México tiene la colección de reptiles más diversa del planeta, con 717 especies conocidas de las que 574 sólo se encuentran en dicho país. Es el segundo en el mundo en variedad de mamíferos, con 502 especies y el cuarto en anfibios con 290 especies taxonomizadas. También es el hogar de 1150 variedades de aves (290 de las cuales son endémicas).
Sin embargo la riqueza de la biodiversidad de México no es infinita. En los últimos años la biodiversidad se ha visto deteriorada y si siguiéramos de cerca este fenómeno podríamos apreciar, año tras año, con fotos aéreas e imágenes desde el espacio cómo desaparecen selvas, bosques y otros tipos de vegetación nativa que ponen al borde de su existencia a una creciente cifra de animales asociados a ella.
Y como lamentablemente sucede en todas partes del mundo donde el hombre pone por delante sus propios intereses en detrimento de los de la Naturaleza, los problemas con el medio ambiente podrían tener como consecuencia directa que algunas especies se extingan y/o desaparezcan del territorio mexicano.
La situación es tan absurda y tan delicada que los siguientes animales están en peligro de extinción:
Mamíferos
·         El oso hormiguero, brazo fuerte, chupamiel (Tamandua mexicana), que vive en las zonas tropicales desde Michoacán en la vertiente del Pacífico y la Huasteca potosina en la vertiente del golfo hasta Chiapas y la península de Yucatán. Habita los bosques tropical y mesófilo de montaña, y los manglares.
·         El armadillo de cola desnuda (Cabassous centralis), que se encuentra exclusivamente en las zonas de acahuales y pastizales de la Selva Lacandona de Chiapas.
·         El multicitado jaguar (Panthera onca), que habita en los planos costeros y en las áreas montañosas a lo largo de ambas vertientes desde el sur de Sinaloa y el centro de Tamaulipas hacia el sur y el sureste por elistmo de Tehuantepec hasta la península de Yucatán. Se puede hallar en manglares, el matorral xerófilo y en los bosques tropical, mesófilo de montaña, espinoso, y el de coníferas y encinos.
·         El manatí (Trichechus manatus), que se encuentra en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas. Vive en ríos, arroyos, lagunas, cenotes costeros y marinos, caletas y bahías adyacentes al mar.
·         El mono araña (Ateles geoffroyi), que puede ubicarse en los bosques tropicales, selvas altas y medianas de Veracruz, los manglares de Chiapas, en las zonas de selva baja y en los petenes en Yucatán.
·         El saraguato (Aloutta pigra), que habita desde la península de Yucatán hasta Belice y Guatemala; vive en el bosque tropical perennifolio, incluye selvas lluviosas, bosques de galería y bosques mesófilos.
·         El mono aullador (Aloutta palliata), que habita en México desdeLos Tuxtlas, en Veracruz, hasta laSierra de Santa Marta en Chiapas y cerca de Juchitán, Oaxaca.
·         El ocelote (Leopardus pardalis), distribuido a lo largo de las planicies costeras del Pacífico y del Golfo de México, desde el estado de Sinaloa y Tamaulipas hacia el sur, incluso en la península de Yucatán.
·         El perro llanero mexicano o perrito de la pradera (Cynomys mexicanus), una especie endémica correspondiente a una pequeña región de valles y pastizales de la montaña ubicada entre los límites de los estados de Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas.
·         El teporingo (Romerolagus diazi), correspondiente a una especie endémica sólo localizada en las laderas de las montañas del sur y sureste del Valle de México y en el Nevado de Toluca. Habita bosques y zacatonales subalpinos y alpinos a los 3 000 mil a 4 300 m de altura.
·         El tigrillo (Leopardus wiedii), que se distribuye en las zonas costeras del Pacífico y del Golfo de México desde Sinaloa y Tamaulipas hacia el sur y en la península de Yucatán. Se localiza en el bosque tropical, en manglares y en el mesófilo.
·         La vaquita marina (Phocoena sinus), endémica de México, vive en el Golfo de California.
Aves
·         Entre las aves están el águila arpía (Harpia harpyja), el águila cabeza blanca (Haliaeetus leucocephalus), la grulla blanca (Grus americana), la chara garganta blanca (Cyanolyca mirabilis), la cigüeña jabirú (Kabiru mycteria), la cotorra serrana occidental (Rhynchopsitta pachyrhyncha), la guacamaya roja (Ara macao), la guacamaya verde (Ara militaris), el halcón peregrino (Falco peregrinus), el loro cabeza amarilla (Amazona oratrix), el pato realel (Cairina moschata), pavón (Oreophasis derbianus) y el quetzal (Pharomachrus mocinno).
Tortugas
·         Las tortugas enfrentan, en las playas mexicanas, todo tipo de riesgos que las llevan a la orilla de la extinción. Entre ellas se encuentran la tortuga marina cauama (Caretta caretta); la tortuga marina verde del Pacífico o tortuga prieta (Chelonia agassizi); la tortuga marina verde del Atlántico o tortuga blanca (Chelonia mydas); la tortuga almizclera chopontil (Claudius angustatus); la tortuga riverina centroamericana o tortuga blanca (Dermatemys mawii); la tortuga marina laúd (Dermochelys coriasea); la tortuga marina de carey (Eretmochelys imbricata); la galápago de Mapimí (Gopherus flavomarginatus); la tortuga marina escamosa del Atlántico o tortuga lora (Lepidochelys kempi); y la tortuga golfina escamosa del Pacífico (Lepidochelys olivacea).

Ahora que conocemos la lista de candidatos a desaparecer, es necesario reconocer que somos los seres humanos los que hemos logrado que nuestro país luzca desolado y aterrador.
Por desgracia, las actividades humanas no son compatibles con la vida salvaje y son las que más amenazan a la fauna y la flora. Los entornos se fragmentan y con ellos caen y se degradan los ecosistemas.
A la tala de árboles le sigue de inmediato un insidioso proceso de erosión y poco después ocurre una serie de modificaciones que reducen los bienes y los servicios ambientales, lo cual sumado propicia la extinción de los animales residentes en la zona.
De un año a otro se derriban 600 mil has de selvas, bosques y otros tipos de vegetación nativa en México equivalentes a la desaparición de un campo de fútbol por minuto. La mayor parte de esta destrucción se justifica aduciendo fines económicos, como destinar tierras a cultivos o pastizales. Se puede afirmar que estos últimos son los enemigos declarados de los ecosistemas. También hay que agregar a la lista los incendios.
De esta manera, tanto la agricultura como la ganadería resultan particularmente destructivas. Adicionalmente, los lagos y los ríos están contaminando el entorno con sedimentos que arrastran con la fuerza de la lluvia y el viento.
A este frenesí de barbarie se añaden las actividades ilegales, como la compraventa de animales silvestres y la cacería furtiva. La enorme demanda de aves exóticas con fines decorativos para residencias y hoteles ha disparado el comercio clandestino y las ha convertido en mercancías codiciadas, por lo que su futuro es incierto, con graves consecuencias para las poblaciones y los ecosistemas.
Las especies se extinguen o ven reducidas sus poblaciones por varias razones, pero la causa principal es la destrucción del hábitat debido a actividades humanas.
A medida que evolucionan las diferentes especies, la mayoría de ellas se adaptan al hábitat o ambiente específico que mejor reúne sus necesidades de supervivencia. Sin este hábitat particular, la especie no puede sobrevivir.
Las actividades humanas tales como contaminación, drenaje de humedales, conversión de sabanas en tierras de pastoreo, deforestación, urbanización, destrucción de los arrecifes de coral, y la construcción de caminos y presas, han destruido o dañado seriamente y fragmentado los hábitats disponibles.
La fragmentación de hábitats, el aislamiento y división de hábitats en áreas menores, han provocado que las especies de plantas y animales que permanecen en esas "islas" de hábitat pierdan contacto con otros de su propia clase, esto reduce su diversidad genética, haciéndolos menos adaptables al cambio ambiental o climático, y los deja altamente vulnerables a la extinción.
A veces los hábitats fragmentados llegan a ser tan pequeños que no pueden mantener una población sostenible.
Para hablar de soluciones, debemos hablar primer de educación ambiental, de educar a nuestra sociedad, no sólo a nuestros niños, en pro de la conservación de especies, de evitar a toda costa la contaminación y, sobre todo, de educar en valores, que seamos todos capaces de reconocer que nuestras acciones ponen en riesgo la integridad del planeta y, por supuesto, nuestra estancia aquí, en este único lugar que conocemos para vivir.
Ante una realidad que ya no puede ocultarse, el gobierno mexicano está tomando cartas en el asunto. Ya identificó las especies o poblaciones de flora y fauna silvestres que se encuentran en las diferentes categorías de peligro de extinción a lo largo y ancho del territorio nacional y a partir de esta información elaboró una serie de listados para mediante la aplicación de un método evaluar el riesgo en el que se encuentran algunas.
Mediante la creación de leyes la autoridad procedió a proteger a todos los “mexicanos amenazados”. La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Ley General de la Vida Silvestre sirven para este propósito. Asimismo, ha definido una serie de categorías para unificar criterios.
Si bien es cierto que ha aumentado el interés de la sociedad por participar en el rescate de la vida silvestre, sólo una parte muy pequeña está consciente del tamaño del problema y su importancia. Poco aporta que las personas de la ciudad simpaticen con los animales del bosque y emprendan campañas y contribuciones económicas para evitar la tala de árboles, si la dicotomía persiste y la falta de control continúa presionando las zonas protegidas. Lo cierto es que mientras la actividad en el campo sea incontrolable y bajo una nube de pretextos se hieran más los espacios de la diversidad, la perspectiva es catastrófica.
La conservación de las especies debe ser una actividad que ocupe y preocupe a todos y debe ser ahora, cuando aún hay tiempo. Pero de una manera concertada, porque es inútil salvar una especie mediante las sofisticadas técnicas de crío-preservación del material genético para su futura reproducción, si los bosques, selvas o ríos donde moraba ya no responden para sustentarla, sea porque están completamente devastados o que el ecosistema ya no da más de sí.
Cada quien tiene mucho que aportar porque es preciso cuidar lo que resta de la biodiversidad y mantener los bosques y las selvas. ¿A quién sirve una tierra yerma donde la flora y la fauna solamente quedarán como un recuerdo? Un vacío sin rugidos, cantos ni gritos de alarma, sino un erial poblado de fantasmas.
Sí nosotros hemos creado el problema, es también la más indicada para impedirlo. Su intervención será necesaria para evitar que tanto los mamíferos y las aves, como las tortugas que se detallan a continuación, no pasen a convertirse en piezas disecadas dentro de una vitrina de un museo de historia natural.

Fuentes de consulta
·         Causas de Extinción. Recuperado el 20 de abril de 2016 de
·         Causas y consecuencias. Recuperado el 20 de abril de 2016
·         Especies en Extinción. Recuperado el 20 de abril de 2016, de
·         Guerra, F. Top 10 de animales mexicanos en peligro de extinción. Recuperado el 19 de abril de 2016, del sitio e-consulta en:

·         México Desconocido (En Línea) México 2016 – Fecha de consulta:  20 de Abril de 2016, Publicación mensual. Disponible en: http://www.mexicodesconocido.com.mx/especies-en-la-linea-de-peligro.html

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